Sobre la OPEP y su influencia en la aceleración del endeudamiento externo argentino

Sobre la OPEP y su influencia en la aceleración del endeudamiento externo argentino

El 14 de septiembre de 1960 se creó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), un organismo intergubernamental del cual forman parte los principales exportadores de petróleo a nivel mundial. Durante la primera década de su existencia no fue un actor determinante en la escena económica mundial, pero esto habría de cambiar luego de la Guerra de Yom Kipur (1973), cuyos contendientes fueron Israel y la República Árabe Unida (Siria y Egipto).

Como castigo a Israel y a sus aliados occidentales, la OPEP decidió de forma unilateral aumentar drásticamente el precio del petróleo. Al ser el petróleo un bien cuya demanda es altamente inelástica, los compradores no tuvieron otra alternativa que abonar por el lo que sus cartelizados vendedores establecieron como nuevo precio. Esto dio lugar a una inédita acumulación de capital para los países miembros del organismo,quienes prefirieron colocar los recursos en los principales centros financieros mundiales. La banca internacional paso entonces a verse dotada de una gran liquidez, y es aquí donde la historia de la OPEP se cruza con la de nuestro endeudamiento externo: para no dejar los “petrodólares” inmóviles, de la mano de la cómplice demanda por parte de los gobiernos de facto que detentaban el poder en Latinoamérica, se giraron cuantiosos prestamos hacia las arcas de nuestro subcontinente.

 

En el caso de la Argentina, durante la última dictadura cívico-militar, el endeudamiento externo se multiplico por cinco, respondiendo, tal como declaró el mismo Martínez de Hoz en calidad de acusado por la Causa Olmos, a que “en reuniones del Banco Mundial y otros organismos internacionales, se planteaba seriamente la preocupación que causaba el llamado problema de la liquidez financiera internacional; la solución se encontró encomendándoles los países poseedores de esos superávits financieros a los bancos comerciales internacionales la colocación de estos recursos financieros en países que pudieran merecer crédito y cuyas necesidades los requerían para financiar su desarrollo”. Cabe aclarar que los recursos adquiridos sirvieron para financiar la fuga de capitales y el ingreso de armas no registradas, entre otras cosas, pero no el desarrollo como sugiere el ex ministro de economía.  

El aquí exhibido es un ejemplo de cómo el interés foráneo, de la mano de la complicidad de las oligarquías locales, ha sido un factor causal del endeudamiento. Lejos de constituir una excepción, es hasta natural establecer un paralelismo con el primer empréstito tomado por la Argentina (con la Banca Baring, en 1824),operado en parte por una exigencia de Gran Bretaña para reconocer la independencia nacional.