Este mes contiene distintos eventos que marcaron el devenir de nuestro país en materia de endeudamiento. Aquí, algunos de ellos
Un 2 de agosto de 1925 nació el dictador Jorge Rafael Videla, quien tomara el poder por la fuerza un 24 de marzo de 1976. La última dictadura cívico-militar que tuvo lugar en el período 1976-1983 inauguró el primero de los dos grandes ciclos de endeudamiento del último medio siglo. Las políticas económicas del gobierno de facto, aplicadas en primer término por José Alfredo Martínez de Hoz y posteriormente por Lorenzo Sigaut, se basaron en un modelo de valorización financiera.
A comienzos de 1976 se congelaron los salarios, se eliminaron los sistemas de control de precios y se incrementó el tipo de cambio. Esto produjo un rápido deterioro del 30% del salario real de las clases trabajadoras. A su vez, se sancionó una nueva ley de entidades financiera que permitía la libre movilidad de los capitales; se abrió la economía y se bajaron aranceles, con el pretexto de controlar la inflación. Por su parte, los sectores dominantes de la sociedad que disponían del acceso al crédito internacional se volcaron por la “bicicleta financiera” en detrimento de la inversión productiva.
La “bicicleta financiera” consistía en obtener dólares a una baja tasa de interés en el mercado internacional, colocarlos en el mercado interno con un diferencial de tasas de interés – en relación a la tasa internacional -, reconvertir dichos créditos nuevamente a dólares y retirarlos del país.
Hacia fines de la dictadura, el 17 de noviembre de 1982, se llevó a cabo la estatización de la deuda de los grandes grupos empresarios privados. La deuda estatizada ascendía a USD 14.5 mil millones. La mayoría de los préstamos contraídos por las empresas privadas que generaron dicho monto, se trataban de meras registraciones contables entre las casas matrices y las sucursales radicadas en Argentina, es decir, auto-préstamos y maniobras fraudulentas.
Al finalizar la dictadura, la deuda había aumentado un 449%. La misma había ascendido de 8,2 mil millones en 1976, a 45 mil millones en 1982, constituyendo parte de la pesada herencia que recibiría la administración de Raúl Alfonsín.
Asimismo, un 4 de agosto de 1900 nació el Presidente Arturo Umberto Illia. Durante su gobierno, 1963-1966, la deuda pública se redujo en 338 millones de dólares pasando de USD 2.106 millones a USD 1.768 millones. No se tomaron nuevos préstamos ni se aceptaron imposiciones del Fondo Monetario Internacional. La presidencia del Dr. Illia fue una de las pocas en las cuales disminuyó el monto total de la deuda externa. Su gobierno finalizó abruptamente con el golpe de estado del 28 de junio de 1966 que llevó al poder al Teniente General Juan Carlos Onganía, inaugurando así el gobierno de facto autodenominado Revolución Argentina.
Finalmente, entre el 26 de julio y el 6 de agosto de 1890 se produjeron una serie de eventos marcaron la historia argentina: La Revolución del Parque, el primer default y la renuncia del presidente Juárez Celman.
El 6 de agosto de 1890, renunció a la presidencia Miguel Juárez Celman, en un contexto de crisis social y económica. El endeudamiento externo del período había alcanzado, aproximadamente, los 44.000.000 de libras esterlinas.
Un año antes del estallido, el país había ingresado en una vorágine de especulación financiera. El Ministro Varela, por entonces, utilizó reservas para calmar al mercado, pero éste las absorbió inmediatamente y el oro siguió en alza. ¿Qué sucedía en el mundo por entonces? Si bien la clase política argentina no reaccionó debidamente, la causa central del constante déficit de la balanza de pagos nació de los desequilibrios financieros producidos en diversos lugares del mundo, los cuales frenaron el flujo de préstamos hacia la Argentina. Por ese entonces, el banco Baring Brothers exigió a la Argentina el pago a término de los vencimientos de deuda, lo que derivó en un grave problema para el entonces Presidente argentino, quien no podía hacer frente a los compromisos de manera rigurosa.
La emergencia económica dio a luz a una nueva e incipientemente gestada oposición política: el 26 de Julio de 1890 estalló la “Revolución del Parque”, la cual redundó en un cruento enfrentamiento entre civiles –con apoyo de la escuadra- y fuerzas militares enviadas por Juárez Celman. El gobierno fue quien logró la rendición de los insurrectos, aunque perdió toda autoridad y legitimidad para continuar con su gobierno. Razón por la cual, Juárez Celman renunció y en su lugar asumió su vicepresidente Carlos Pellegrini.